Mi Vida En Serie

Así es como la conocimos. Envuelta en plásticos cual merluza fresquita recién comprada en el mercado. No sabíamos que se iba a convertir en una obsesión. Que no se hablaría de otro tema. Que los problemas fundamentales del país quedarían relegados a segundo término y que hasta por el Senado no se oiría otra pregunta que "¿Ya sabéis quien mató a Laura Palmer?" Y es que Twin Peaks fue una serie que nos fue encandilando poco a poco. A mi me fascinaba su estética, su música, su hilo conductor... Nos estrujábamos los sesos buscando alguna pista que diese algo de luz a semejante misterio. Yo me compré el famoso diario de Laura (aún lo tengo),  a fin de sacar algo en claro. Por la escuela corría hasta una especie de árbol genealógico en el que se plasmaban todos los personajes con su posible unión a la fallecida. Hoy en día no recuerdo si acerté el enigma, pero creo que me acerqué mucho. Bien es verdad que para entonces lo que devoraba eran los libros de Agatha Christie y tampoco e

¿Quién no recuerda "Con Ocho Basta"? Por aquel entonces  e influenciado por ella, yo me veía en una casa típica americana, con doce o trece hermanos (con los cuales la relación sería una maravilla aderezada por banda sonora de ensueño) y, naturalmente, hablando en inglés, pues después de tanto serial sobre tierras lejanas y repletas de casitas de cuento con jardín repleto de flores, no me veía en otro lugar pasando el principio de mi madurez y el final de mis días. Devoraba visualmente cada uno de los episodios, sintiéndome parte de aquella familia, viviendo cada una de sus alegrías y otras tantas penas.  Sobre todo el que la madre solo pudiera rodar cuatro episodios antes de caer enferma... Si no lo sabéis ella murió un par de semanas después de estrenarse en primer capítulo. Así que el mazazo de que el Sr Tom Bradford se quedase viudo nos cogió por sorpresa, preparándonos para un futuro siglo XXI con seriales repletos de horrorosas desgracias. Así que la segunda temporada