Sueños...

Sueños... Es una palabra que me encanta, más por lo que tiene en su interior. Cada palabra, para mí, es como una pequeña caja maravillosa que la decoramos con aquello que más nos gusta y dentro contiene miles de significados que adornan cada letra. ¿Qué pondríamos dentro de "Sueños"? Yo sé que la llenaría de muchas noches, mucha esperanza, cientos de imágenes inventadas, muchas otras vividas... Todos tenemos sueños, quizás lo resumimos en un sólo sueño, pero al final lo buscamos cada noche, cerramos los ojos y deseamos volar allá dónde nos lleve nuestro subconsciente. 

Yo quiero soñar. Yo quiero sentir. 

El otro día encontré un fichero de poesías. Aquellas que casi tenía olvidadas. Esas que nuestra juventud escribe desesperada intentando entender aquello que se escapa a nuestra comprensión. Cuando era mucho más joven pensaba que las mejores poesías las escribía aquel que no conocía el amor, porque al idealizarlo todo le regalábamos pinceladas de perfección. Ese fichero con tantas poesías me ha venido de puntillas y me recuerda que durante unos años busqué aquello que hoy tengo. Que lo pinté en mi mente y engañé al destino. Busqué amantes y me encontré sólo. Pero ese Pepito Grillo que todos tenemos y que viene de fábrica, me decía que debía de esperar, que todo era un aprendizaje, un camino de despejar dudas y tiempo. Que todo llegaría. Que el amor me estaba esperando. Y lo estuvo.  Y hoy todas las piedras son diamantes que brillan en aquellos ojos que tanto anhelé, aquellos que deseé que me mirasen como yo los miraba.

Me apetece compartir alguna de esas poesías con vosotros y esta es la que ha aparecido brillando entre hojas de ordenador...

"La muerte dio la vida a aquel niño

Aquel niño murió por querer vivir

La vida buscó un refugio en los sueños

Y los sueños imaginaron escenas de amor

El amor salió a dar un paseo

Y en aquel paseo comenzó a oír la música

Y la música se convirtió en viento

Aquel viento que le llevó al paraíso

El paraíso apareció de repente

Y de repente vio aquella lejana luz

Y la luz se acercó hasta tocar su mejilla

Y su mejilla se sonrojó

Hasta confundirse con el amanecer

Y el amanecer lo despertó

Y al despertar vio la luz

Esa luz que le miraba rodeándole con sus brazos

Y así descubrió

Que era necesario morir

Para sentir la vida

Para volver a nacer"

Volver a nacer. Cuántas veces hemos vuelto a nacer... Pero los sueños llegan, te miran, te acarician y luego se dan la vuelta y murmuran entre ellos. Se ríen. Confabulan. Y al final, te sorprenden. Te conceden deseos... 

Mis sueños se van cumpliendo, poco a poco. Tan sólo hay que esperar. La paciencia es la clave. Cualquier ilusión se nutre de paciencia y le da mucho más valor.

Mi camino ha empezado. Las palabras vuelven a fluir y me hablan de futuro. Tengo mil historias para contar. Poseo cientos de imágenes para compartir. Y hoy empieza todo. Hoy os regalo mi sueño. Espero que lo cuideis tanto como yo.

Hoy he despertado y me he visto escribiendo...