LO QUE VOSOTROS Y VOSOTRAS ESCRIBIS...
¿Recordáis
cuando hice la entrada sobre "Qué quieres que te escriba"...? Pues he
de ser sincero cuando os digo que tan sólo dos o tres me transmitisteis
vuestros deseos... No quiero parecer derrotista, porque la razón de un escritor
es llegar al alma y si tan sólo llegas a una ya te puedes dar por satisfecho.
Cuando alimentamos un ego desmesurado entramos en el hambre de conseguir
seguidores o compradores, por llegar a ser un best-seller... bueno… en una
palabra... por ser reconocido.
Peligroso, ¿eh? También os tengo que decir que esa es una lucha diaria y
que cuesta, sobre todo con el virus de las redes sociales y ese contador que
sube día a día o a menudo baja y te preguntas cual una Scarlett O'Hara
bastante histriónica por cierto "¿Qué he hecho mal...? ¿Qué he hecho
mal???!!!!" (a todos los seguidores de "Lo que el viento se
llevó" les diré que no busquen esta parte del guión porque aunque puede
que la haya dicho, me la he sacado de la manga porque sí). Pero inmediatamente
después intentas meditar, poner la mente en blanco, lo cual cuesta un huevo y
quién diga lo contrario se está engañando y mucho a no ser que seas un yogi
tibetano con veinte trienios, y tras poner la mente azul marengo, porque
el blanco no te llega, vuelves a recuperar esa humildad por la que peleas día a
día y te sientes mejor. Muchas mañanas dices que huirás de las redes sociales,
que pondrás dos o tres entradas o una o ninguna y respirarás hondo, que igual
ni siquiera miras el móvil, ni la tablet, ni abres el ordenador... que te
dedicarás a la pura contemplación de la nada de la no acción como dice el Tao,
tu Tao y luego tu móvil, que para eso cuesta un pastón, se llena de emoticonos
inteligentes con caritas lacrimógenas y piensas que se va a morir de pena y le
das a botón que para colmo lo llaman "home" (hogar de toda la vida) y
la pantalla se ilumina con colores "retina" a 1080 que es lo más y ya
no puedes escapar. Y una cosa lleva a la otra y ya estás enganchado de nuevo...
Y nuevamente te posee la O'Hara y dices que "Mañana será otro
día"... Ay, mi querida Scarlett... quién te iba a decir lo mucho que
sabías del futuro sin siquiera saberlo y que eras carne de móvil y de tablet
sin haberse inventado... porque no me digáis que no la veis con su smartphone
último modelo mandándole whatsapp a Rhett Butler o enfrascados en un
contínuo “cuelga tú… no… cuelga tú…” hasta llegar al momento en el que a Dios
pone por testigo que nunca más volverá a quedarse sin cobertura…
Y
toooooda esta bonita historia venía para hablar de mi intención de
escribir vuestros deseos, de que tan
sólo dos o tres vinisteis a decirme que escribiese sobre la vida, sobre la
muerte, sobre la luna, sobre cómo me vinieron los deseos de escribir… La verdad
es que creo que sobre todo eso ya he escrito antes, la verdad, a lo largo de
este blog que ya tiene la friolera de cuatro años (vale, no parece mucho pero a
mi me lo parece), he tratado muchísimos temas y estos han estado entre ellos,
lo que ocurre es que las entradas de los blogs se van sepultando unas a otras y
van quedando medio olvidadas… es verdad que podéis recuperarlas si os tomáis
con paciencia el investigar dicho blog. Para eso el móvil es un enemigo. ¿Por
qué? Pues porque el móvil tan sólo muestra la entrada en cuestión y no os lanza
a bombo y platillo lo bonito que es el blog en sí… para eso necesitáis una
Tablet u ordenador… Ahí tenéis el Parque de Atracciones al completo con sus
fotos, su historial de entradas, su buscador… vamos… un no parar… Y en el
historial en sí, podéis revisar las entradas y recuperar cosas que escribí en
el pasado, cosas de las que hablé… cosas que ya dije… cosas que el
móvil no quiere mostrar porque para eso es necesario hacer la pantalla un poco
más grande (tamaño paella para diez) aunque a esta paso llegaremos… paciencia.
La
luna. Es verdad que de la luna habré hablado de pasada, de eso que la nombras
tipo “que bonita es la luna o qué luna más grande tenemos hoy”. Pero no me he
dedicado a hablar de ella en sí como me pidió una seguidora. Cuando leí esa
petición me vino a la mente mi infancia (cómo no) y lo que me aterrorizaban a
mi con ese satélite. Sí, habéis leído bien. Me decían que si te quedabas
dormido a la luz de la luna te podías volver loco. Así, sin anestesia ni nada.
Que a alguien ya le había pasado. Que lo conocía la amiga de una vecina de la
cuñada de la prima de la hermana de un conocido del apartamento que tenían los
repartidores de mejillones del puesto de pescado del mercado Central de
Zaragoza. Y ante semejante certeza, ¿cómo lo ibas a poner en duda? Así que por la noche, cuando notaba que
aquella luz plateada empezaba a entrar por mi ventana y se deslizaba lentamente
por las ondas de mi cama e intentaba llegar hasta mi cara, que era lo único que
quedaba al aire, imaginaba mil locuras por llegar, y me tapaba con
desesperación o bajaba la persiana con lo que daba vía libre al hombre sin cabeza
que tenía un hacha descomunal y que me esperaba en la oscuridad en una esquina.
Vamos… un dilema. ¡Menuda infancia!. Así que la luna no pasó a ser símbolo de
enamorados, vidas extraterrestres o
neuras lunáticas (por ese orden) hasta mucho más adelante. Aunque os
reconozco que aún hoy me da un poco de apuro el quedarme dormido bajo la luz
plateada, no sea que me despierte pensando que soy Juana de Arco, Chiquito de
la Calzada o, peor aún, escritor famoso….
Pero me gusta la luna… me quedo embelesado mirándola… hay algo que me
atrae y creo que a todos nos pasa. Soy de los que cree que los americanos se
montaron una película en el 69, presuntamente por si acaso, que no podían
soportar no ser los primeros y que aunque luego habrán estado cuarenta veces,
tenían que montar el numerito, de todas maneras olé por sus narices, porque si
lo hicieron lo hicieron de Oscar, como siempre. Y me gusta la luna, me gustaría
sentir su ingravidez, aunque la siento muchas veces y no me preguntéis cómo
pero lo hago… Me gusta por su misterio,
porque tiene una parte oculta, esa parte que probablemente nos haría gritar…
porque igual no es tan buena como la pintan… o igual es mucho mejor… me gusta
el misterio, me gusta su misterio…
Y así,
he hablado de la luna, puede que me cuando haya luna llena me quede un ratito
mirándola y si noto algo extraño me meteré corriendo dentro de casa, no sea que
la leyenda sea cierta, no sea que me vuelva loco o igual lo he estado siempre y
la leyenda es mucho peor… igual lo que ocurre es que te vuelves cuerdo y eso…
amigos y amigas… sí que sería una desgracia…
Feliz
día… Feliz vida…
Quiero que escribas sobre el futuro...a ver si es mejor que esto¡¡¡bbbssss
ResponderEliminarPuedes escribir de lo aie quieras, porque todo lo eie sale,de tu mente y manos,es una gozada. Aunque si tengo que,elegir algún tema, me quedaría con el misterio o el drama social
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