LO PEOR DE CADA CASA
Hoy sé que me voy a ganar bastantes enemigos con esta entrada, pero creo que mucha gente va a estar de acuerdo conmigo. Creo que ya sabéis que no tengo pelos en la lengua, que digo lo que me viene en gana intentando decirlo con respeto aunque a veces me parece imposible decirlo de otra manera, que hay veces que es inevitable herir sensibilidades porque esas sensibilidades ya han herido a otras... Es complicado, pero voy a intentar comentarlo de la mejor manera posible.
Voy a hablar de las fiestas nacionales. Al menos de las que conozco. De las que he vivido. Sinceramente la que más vivo o la que me imponen año tras año son las Fallas. Yo no soy valenciano. Vivo aquí hace unos veinte años y han sido veinte Fallas que me he tragado quiera o no. Algunas las he disfrutado. Creo que la que más disfruté fue la primera por ignorancia. Porque acababa de llegar y todo me parecía increíble. Reconozco que la fiesta en sí es impresionante. Lo es. No voy a criticar para nada la fiesta. Que quede claro. No quiero que los valencianos se me echen encima porque no va con eso. No. Si queréis saber lo que pienso de la fiesta, escribí un cuento que se llama "Alma de Metal" en el que hablo de mis sentimientos hacia las Fallas... Es un cuento que se encuentra en el libro "Y los cuentos... cuentos son..." que regalo en formato digital GRATIS entrando en mi página web, ahí veréis cómo conseguirlo. Pero voy a lo que quería decir, que no critico la fiesta, porque es impresionante la mires por donde la mires... critico lo que viene con ella. Es complicado. Muy complicado. Creo que todos estos acontecimientos hacen que salga lo peor de cada uno y, vale, también lo mejor... pero lo peor se hace notar más. Yo vivo en un barrio muy fallero, un barrio que cada mañana se ve destrozado y plagado de porquería. Porque cuando llegan fiestas grandes nos vemos con el derecho de hacer lo que nos sale de lo más profundo de nuestra incultura prehistórica. Sin ir más lejos, esta mañana he visto a una empleada de la limpieza municipal regando las plantas con botellas de Fanta de Limón que había tiradas por el suelo. Supongo que ha imaginado que tienen propiedades ocultas que yo desconozco. Quizás mañana encuentre los arbustos repletos de limones con el logo de Fanta. Si es así haré fotos y las pondré aquí. Pero he visto esto y he pensado que algo tenemos dentro que se desconecta durante las fiestas. Me pregunto ¿nos pasamos el resto del año fingiendo que somos civilizados? ¿Estamos deseando que lleguen estos días de descontrol para dar rienda suelta a nuestros instintos más oscuros? Gente que cruza obviando semáforos, patadas a papeleras porque si, kilos y kilos de basura por todos lados, bancos destrozados, niños tirando petardos en los sitios más peligrosos que os podáis imaginar mientras los padres conectan su chip de "son Fallas así que todo vale"... Os podría contar muchas barbaridades que he visto a lo largo de estos años... Si... he visto muchas cosas bellas.. muchas... porque son unas fiestas muy bellas pero a mi, particularmente no me compensan. En seguida me vienen con que son fiestas que dan dinero a mucha gente, que traen mucho dinero a la ciudad y es verdad. Eso no lo discuto en absoluto. Pero os aseguro que es una pesadilla ver como muchos vecinos se rinden durante unas fiestas en las que el sonido es insoportable y no pueden hacer otra cosa más que aguantar la música insufrible hasta alta horas de la madrugada.
¿Y los petardos? Yo, la verdad, no les encuentro la gracia. Hay que ser valenciano para entenderlo, supongo. Pero veo a los perros aterrorizados por la calle y me da mucha pena. Veo dueños corriendo con sus perros para que hagan sus cosas y gente tirando petardos sin miramientos. Y los pobres animales huyen despavoridos. Y me da mucha pena. Pero son fiestas. Todo vale. Y si te quejas te llaman de todo... y cuando digo de todo es de todo... porque ir en contra de lo que consideras barbarie es ir en contra de la ciudad y te tratan como enemigo... no todos... de verdad... pero hay gente que te trata como un apestado y a mi me ha pasado...
No me gustan las Fallas... lo siento... y no porque la fiesta no lo valga porque es una fiesta espectacular, sino porque creo que se convierte en una masacre de derechos y por más que me intenten convencer no lo podrán conseguir, porque he vivido muchos años aquí y lo he sentido en mis carnes. Es muy bonito hablar desde fuera... el venir unos días y disfrutar. Es muy fácil y sé de gente que viene deja sus ilusiones, sus ganas de fiesta, sus instintos ocultos (esos que todos tenemos y queremos sacar) y luego se marcha a sus ciudades tan ricamente.... se marcha y opina, opina porque es muy fácil opinar... pero yo lo sigo viviendo y hay muchos, muchísimos valencianos y valencianas que opinan como yo...
¿Cuál sería la solución? Hay veces que pienso que igual si habilitasen una zona a las afueras tipo Feria de Sevilla, que fuese una Ciudad Fallera, en la que la gente fuese a disfrutar de las Fallas, pues se evitaría el calvario de calles cortadas desde el principio de Marzo. Se evitaría la suciedad en las aceras, esa suciedad que queda para todo el año, el olor a orina en todas las esquinas, los vómitos y el stress oculto que te da el continuo sonido de los petardos... porque estoy seguro de que no es bueno... no es bueno escuchar a cada segundo como si estuviesen bombardeando tu barrio o como si estuviesen tomando la calle tropas enemigas... Pero una Ciudad Fallera así es una utopia y se quedará en mi imaginación...
No me gustan las Fallas y me fastidia que no me gusten... de verdad... porque si no sacásemos lo peor de cada casa, quizás las fiestas serían otras cosas... Y os hablo de estas fiestas porque son las que más vivo... supongo que otras personas me podrán hablar de las suyas, de las de su tierra... no sé...
En fin... siento si he hecho daño a alguien, pero es mi sentimiento, porque me duele que seamos tan poco civilizados... porque yo sé que el día 19 me iré muy pronto por la mañana... como siempre... me iré cuando la gente está durmiendo para ver cómo despiertan las fallas... iremos a disfrutarlas, a disfrutar esa maravilla que por la noche será devorada por las llamas. Ese día las viviré de verdad, porque merecen la pena... y mucho... Es ese día cuando me oculto entre la gente y vivo unos segundos la vida valenciana... luego desapareceré hasta que llegue la noche y escuche que todo ha pasado... y me preguntaré porqué no aprendemos un poco, qué es lo que pasa... si soy un tipo extraño... si estoy equivocado... si debería meterme en una cueva y no salir...
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