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Mostrando entradas de abril, 2016

COMPAÑEROS Y COMPAÑERAS DE SUEÑOS...

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Estoy sentado frente a mi ordenador y mis dedos piden que plasme este sentimiento que me llena desde hace un par de semanas.  El anuncio me llegó de repente. De esas veces en las que piensas que el destino te hace un guiño diciéndote  que sí. Que hagas caso. Que tiene que ser así. Y era un anuncio sobre un taller de teatro que iba a impartir en Madrid Juan Carlos Rubio. Para quien no lo sepa (¿hay alguien?), es uno de los mejores dramaturgos de España. No es peloteo. Esto no va de eso. Es realidad. Lo he admirado desde que vi una de sus primeras obras y he seguido su trayectoria con avidez. Por lo tanto tenía que hacer caso de las señales y aprovechar la oportunidad. Serían dos semanas en Madrid. Podía estar bien. Pero fue mucho más allá.  Los escritores vivimos sueños. Es complicado. Nos sentamos frente a una hoja de papel o la pantalla del ordenador y dejamos que nuestros dedos fluyan. Lo he dicho alguna que otra vez en el blog. Para mi es una esquizofrenia literaria

TE PUEDE PASAR... ME PUEDE PASAR...

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Esta mañana en el metro se me ha encogido el alma y he pensado todo lo que se nos escapa o dejamos escapar. Estaba yo, como siempre, observando a la gente en su mundo "insonorizado" de vida con los cascos, móviles, etc... cuando ha entrado una mujer que tendría algo más de cincuenta años. No vestía mal. Tampoco vestía bien. Sencillamente arrastraba la vida. Y ha empezado a hablar. Nos ha relatado sus penas. Algo me ha traspasado el corazón. Decía que hace unos meses estaba en el lugar en el que nos encontrábamos nosotros. Que ella escuchaba a aquellos que pedían por los vagones, pero que hoy se han cambiado los papeles y es ella la que tiene que suplicar. Hablaba y hablaba e incluso se le llenaban los ojos de lágrimas. Temblaba cuando hablaba de sus hijos y he mirado a mi alrededor. Nadie escuchaba. O hacían como si no escuchaban. La mayoría seguía ocultándose tras Candy Crush o redes sociales a las que escupir la mañana tan maravillosa que estaban viviendo. Ha sido ya