MATAR A UN ESCRITOR





Hace un par de días, escuché algo que me produjo en mi una mezcla de reacciones que acabaron con apagar la tele de un golpe. Ni siquiera recuerdo cómo llegué hasta aquella entrevista.  Iba de un canal a otro. Agobiado por el calor, ese que por las noches se recubre de pegamento y se pasea por cada milímetro de nuestra piel y nos hace refunfuñar sin cesar. De repente, aparece en la tele Mercedes Milá. Aunque el programa en cuestión no era uno de mis favoritos, la dejé. Me hace gracia. Es, o era, agradable verla hablar a su antojo y eso permite que mi mente se relaje unos minutos. Pero la oí meterse con Almudena Grandes, la escuché decir que los escritores le importábamos un pimiento. Creo que las palabras exactas fueron: "A mi el escritor no me importa NADA". Lo decía con vehemencia. Esa de la que hace gala y que le reporta aplausos poco objetivos que la engrandecen. Me quedé de piedra. Seguro que si leyese esto, me diría que no sé de lo que hablo. Que no entendí NADA de lo que intentó decir y que soy de esos escritores que es mejor dejar apartados, porque lo único importante, según ella, es el libro. 

Pero me dejó mal. Triste. Indignado. Alterado. ¿Cómo puede, esta señora, decir que los escritores no importamos? Que lo único valido es el libro. Veamos. ¡Claro que lo que importa es el libro! Pero no menos importa la mano que lo escribe. Todas esas vivencias que se han transmitido en unas líneas. Noches y noches en vela. Lágrimas de impotencia. Cartas que te comunican con elegancia que tu obra no es lo que la editorial espera. Y sí, Señora Milá, seguro que si lee esto, dirá que no he entendido nada. Lo dirá con vehemencia, cargada de razón. Moviéndose de un lado a otro y creyendo que los años le han dado el poder de la verdad. Que todos en todos esos artículos y entrevistas que usted ha hecho, quien menos importa es usted. Que lo único que vale es la entrevista. Que lo mismo sería si le entrevistase la mula Francis, porque lo que se necesita es un guión. Gracias, señora Milá, por tirar por los suelos a tanto y tanto creativo que se queda casi ciego de tanto imaginar.

Y sí, no he entendido nada, bla, bla, bla... Pero hay cosas que hacen daño. No creo que diga lo mismo de Shakespeare, de Quevedo, de Cernuda, de Cervantes... No creo que le diga eso al gran Jorge Luis Borges... Pero es muy sencillo atacar de esa manera cuando, de alguna forma, se sabe sin razón. Apoyo a Almudena Grandes, porque es grande, porque es escritora, porque importa tanto como sus escritos.

Y puedo escribir y escribir... decir todo lo que pienso y quedarme con la rabieta. Pero todos los que creamos, deberíamos levantarnos contra estas opiniones que tan sólo demuestran en lo que se ha convertido y que no seré yo el que lo diga. Me ha hecho daño, señora, ha hecho daño a mucha gente, pero ha pasado, porque como realmente, no importo, le traerá sin cuidado lo que sienta. Pero eso sí, lo importante, para usted, son estas palabras, así que se las dedico con todo mi cariño y espero que las lea con mucho amor:

....zapatero a tus zapatos...


Comentarios

  1. Un gran aplauso!!, ya era hora que alguien retratara a está individua, yo la vi, no daba crédito a mis oídos, con la edad se va la olla, doy fe), y a está se le fue hace tiempo, solo hay que ver en que canal trabaja, se me cayó el mito, DEP

    ResponderEliminar
  2. Pero.... en qué contexto dijo esa barbaridad??? Será algo personal contra A. Grandes...Aunque como muy bien decís,hace mucho que se le fue la olla.

    ResponderEliminar
  3. Es una prepotente que presenta un programa de mierda (no basura, que en la basura puede haber cosas valiosas) que ven, habitualmente, personas que no han leído otro libro que la cartilla Palau. Si esta panda de desnutridos neuronales es la representación de la sociedad, qué penica. Y para justificar la versión "n", la presentadora tiene que estar a su altura.

    ResponderEliminar
  4. Yo no la vi. Afortunadamente me suelo poner a salvo de programas de ese estilo, pero como creo tus palabras punto por punto, no puedo por menos que mostrar mi indignación ante semejantes manifestaciones.

    Yo siempre he pensado que las personas, dentro de una amplia banda de edad, tendemos a evolucionar a mejor con los años, a más bondadosas, más sabias, a empatizar más con los demás. Pues bien, para mí, esa señora es la excepción que confirma la regla, porque yo la he conocido siendo una excelente comunicadora, sagaz, inteligente..... Realmente, cualquier entrevista con ella tenía un valor añadido .... Pero ahora y no sin un punto de pena, he de decir que me parece un esperpento, una caricatura de sí misma, de lo que fue...

    Por tanto, Javier, Almudena, tranquilos. Afortunadamente su opinión de ahora no representa nada para nadie. Dejemos que se pierda en el viento .....

    ResponderEliminar
  5. Se pasa algunas veces, por ser quien es, o por ser como la dejan ser, se cree que puede decir lo que le salga del bolo...
    Gracias por quedarte en mi humilde rincón.
    Feliz semana.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

HASTA SIEMPRE, MIRANDA...

CUANDO SE ACABA EL TIEMPO

UN CUBO DE AGUA FRIA.