Nace un sueño.... ConsPirados


He hablado y escrito mucho sobre esto, sobre el sueño, sobre los deseos, sobre que la vida te regale, por fin, un pedazo de todo lo que imaginaste quizás en la infancia. He desgranado mis sentimientos sin ningún tipo de vergüenza. He llorado mientras la persona que me ama y amo me abrazaba en día del estreno y nos rompíamos en lágrimas de compromiso, de verdad... Porque todo ha llegado y el día 6 de febrero el abrazo de los sueños nos cogió con dulzura y nos dijo que sí, que todo había llegado.

Imagino que ya sabéis a qué me refiero. El 6 de febrero se estrenó ConsPirados. No voy a volver a recordaros cómo nació, pues ya lo sabéis, no voy a volver a agradecer a este equipo al que adoro, al que amo, del que no puedo desprenderme ni un momento, aunque esté ahora mismo lejos de ellos, no voy a hacerlo, no voy a daros las gracias una y otra vez, no voy a ensalzar todas vuestras virtudes, todos vuestros guiños, todos vuestros suspiros, toda vuestra fuerza.. no voy a decir que Fernando ha sido y será el que me ha dado el empujón, el que ha confiado, el que quiero agarrar de la mano e imaginar un futuro de éxitos y sonrisas. No voy a repetir que mi querida Miriam viene de un pasado que ni siquiera recordamos pero que sabemos que está ahí, que cada vez que me mira siento que confía, que sabe, que me recuerda que aún tengo mucho por dar, que tiene la luz que a veces se me apaga, que enciende cada una de las velas que iluminan mi alma... Ni siquiera volveré a agobiaros diciendo que Charo se ha convertido en mi nueva musa, que ilumina la obra con su frescura, con sus ganas, con su fuerza; que en cuanto aparece en escena sabes que algo va a pasar, que eso que estás a punto de ver no te va a dejar indiferente, que vive Conspirados igual que vive su día a día, con fuerza, con amor, con ilusión, con triunfo y que personas como ella son un regalo para la vida. Naturalmente no diré que Jazmín enriquece la obra de principio a fin; sus matices son únicos y hace que el público la quiera, la entienda, la necesite; que me siento honrado de que haya aceptado ser eco de mis palabras, de mis pensamientos, de mis sueños; que con esos ojos que desbordan su alma, te atrapa y tan sólo puedes perderte en su arte, en su mirada. No quiero hablar de Xavi, que desde el primer día me abrazó como si me conociese de toda la vida; que me trató como un amigo, que vi gratitud en sus ojos y a veces, creo que incluso descubrí algo de admiración, una admiración que es la que yo tengo por él, porque siente lo que hace, vive lo que siente y sabe hacernos vivir de ello; me encanta haberte conocido y que seas parte de mi y parte de mis cuentos... Y, finalmente, no pienso hablar de Fran, no, no y no... porque hablar de Fran es extenderme hasta el infinito; es enumerar cada una de sus facultades y aburrir a un público que ya sabe de lo que hablo. No voy a decir que me fascina; que es una de esas personas que justifican todo lo que escribo; que tiene el escenario en sus venas; que reescribe cada nueva escena con sus gestos, con sus miradas, con sus caricias a palabras que se escribieron exclusivamente para él; no quiero decir que agarra el escenario y lo hace suyo, que algún día van a descubrir todo lo que tiene dentro, todo lo que puede hacer y si yo consigo compartir un poquito de eso, seré plenamente feliz. No escribiré ni una línea hablando de "J". Porque hablar de él, es hablar de su bondad, de su buen hacer, de humildad, de que es la luz de la obra, el que consigue que ese sueño que es de todos, se llene de focos, de verdad, porque es de esas personas que aparecen en tu vida por algo y que sabes que no es casualidad. Y Paqui, no digo nada de Paqui, que aunque la conozco poco, me ha regalado carcajadas y nuevas ideas, que camina con paso decidido y sabe lo que es el escenario, que conoce cada rincón, cada gesto, que vive esta profesión y espero trabajar con ella más veces.

¿Véis? No ha hecho falta hablar de nada de eso de nuevo, aunque creo que lo he hecho, porque no quiero aburrir a nadie. Así que tampoco voy a hablar de todo el público que acudió el día del estreno. No voy a decir que les escuchamos reír, reír de verdad, les sentimos emocionarse, asustarse, conmoverse... Notamos todo eso. Recibimos sus aplausos que venían de muy dentro. Y ya, por fin, allí en el escenario, cegados por los focos, sintiendo el cariño de cada uno de ellos, supe que había personas que no podían estar pero que estaban allí, mirándome, mirándonos.... Noté a mi madre. Sí, la sentí allí, suspendida entre la bruma de las candilejas, regalándome de nuevo esa sonrisa que me dedicó el día que se marchó para siempre. Noté como iba besando a cada uno del equipo, aunque ellos no lo saben, ellos no podían saberlo. Regaló una caricia, un agradecimiento a cada uno de ellos y yo supe que algo empezaba, que era sólo el principio. 

Porque ConsPirados es más que una obra. Es más que un sueño. Es más que una idea. Es el final de un camino que empieza en este momento. Es la energía que nos va a hacer seguir, continuar, regalar algo que hace falta en estos momentos.... esperanza. Así que permitidme que haga un poco de publicidad.. porque me lo agradeceréis... ConsPirados estará todos los jueves y viernes de Febrero en Sala Azarte, C/San Marcos 19, Madrid.  Quién sabe.. igual hasta continuamos después, porque es necesario que todo el mundo se quede con el mensaje de esta obra. Que todo el mundo comparta la energía de este equipo que sólo sabe de fuerza y amor.

Gracias. Gracias por el pasado, por el presente, por el futuro. Gracias por dejarme soñar, por dejarme ser, por dejarme formar parte de vosotros, mis amados ConsPirados.

Mientras tanto... seguiré soñando.. .seguiré imaginando...


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