ENFADADOS...



Es muy difícil no enfadarse con el mundo. Es tremendamente difícil. Quizás deberíamos apagar las televisiones, no leer los periódicos, desenchufar las radios... Quizás. ¿Seríamos más felices? A mi me cuesta mucho evadirme del mundo, porque veo que cada día aparecen nuevas cosas que lo hunden. Mientras tanto intentamos acariciar la felicidad. Hay personas que lo consiguen. Puede que dejando de lado las desgracias y, a lo peor, obviando la realidad. 

Y te enfadas y no comprendes nada. Echas un vistazo a facebook y te asaltan imágenes de refugiados destinados a un futuro incierto; animales asesinados bajo las manos de supuestos "seres humanos" que alardean de su poder y prehistoria; personas maltratadas; políticos corruptos que se ríen de nosotros y a los que lo único que les importa es el poder de sus bolsillos... Y podríamos extender la lista hasta el infinito mientras me doy cuenta de la poca memoria que tenemos. Esa memoria que es de cristal y que la suplimos por copas de fútbol o fiestas locales en las que se asesina y maltrata sin remordimientos  animales sobre los que nos creemos superiores. 

¿Deberíamos estar tristes, enfadados, humillados? Al menos lo que no deberíamos de hacer es ignorar la realidad. Porque, a mi parecer, si este país sigue votando a corruptos (con toda la información que tenemos hoy en día), entonces de alguna manera es que su alma es igualmente corrupta, que aprueba la maldad y que, en su interior, haría exactamente lo mismo si le dejasen (o puede que ya lo esté haciendo en su entorno).

Así que poco a poco te cierras en tu mundo y evitas que te salpique. Y escribes y gritas. Puede que alguien te lea y comparta tus pensamientos. Pero te enfadas y mucho. Ves que vives en un país que se moviliza si gana un equipo de fútbol y puede que estos momentos sean necesarios para acariciar minutos de alegría. Pero yo no fluyo en ese río, no me siento bien. Porque miro la tele y veo supervivientes a los que les pagan miles de euros por pasar hambre en islas paradisíacas. Y pienso en todas esas familias españolas que son verdaderos supervivientes y que no reciben un sueldo por pasar penurias. Y decido no ver este tipo de programas nunca más y dedicarte a tus obras de teatro, a tus novelas, a tus gritos y piensas que puede que sirva para algo, hasta que alguien grite; ¡Gol! y estas palabras se fundan en el olvido.

Y debemos de estar enfadados y no pensar que los políticos piensan en nosotros, porque creo que un 98% sólo piensa en ellos mismos, en su poder, en las mieles de la riqueza que se nutre de nuestros esfuerzos. Y nos hacen ir a las urnas una y otra vez. Y se ríen de nuevo. Y nos muestran la manzana, la manzana de la foto y tan sólo vemos la mano. Mordemos. Una y otra vez. Así que sería mejor que en lugar de mirar la mano viésemos el conjunto, ese que muestra la realidad. Que actuemos de una vez. Que seamos humanos, personas, luchadores, luchadoras. Que dejemos de lado tradiciones y costumbres obsoletas y nos comportemos como lo que deberíamos ser. ¿Y qué es lo que deberíamos ser? Espero que lo sepas, tú que me lees. Que no haga falta que te lo diga porque serás de los míos. Piensa en lo que escribo y decide si estás a este lado de la vida. Piensa y decide... mientras tanto quizás deberías estar un poquito enfadado, enfadada...

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