AMOR CON GPS...





¿No creéis que hoy en día la gente tiene miedo a amar? ¿Es una suposición mía o hay algo de realidad en ello? Yo creo firmemente en el amor y mira que he intentado dejar de creer. Igual que dejé de creer en dioses e iglesias que me engañaban. Igual que dejé de creer en que todo el mundo es bueno. He intentado dejar de creer en el amor y el solo hecho de intentarlo me hace acercarme más a él mientras es mismo amor se aleja y se esconde. Qué complicado que es. Qué complicados que somos.

Yo dejé el mundo del flirteo y la "supuesta" búsqueda del amor hace poco más de once años. Porque encuentras a quien te complementa y vives creyendo que has encontrado el final de tu camino. Lo vives, lo disfrutas y, como me dijo mi amiga Ana hace muchísimos años, tiene fecha de caducidad aunque nos empeñemos en lo contrario. Y mi historia de amor vino con esa fecha y acabó. No me arrepiento de ninguno de los años que pasé a su lado porque me hizo crecer como persona y fueron necesarios para ser quien soy hoy en día. Pero termina y te encuentras perdido sentimentalmente. Te preguntas si volverás a amar. Si te volverán a amar. Ya no tienes cuarenta años y es como los trabajos: en cuanto dices que ya has pasado los cincuenta ni siquiera miran tu CV y pasan a otro más joven. Y es así... porque me he encontrado con un amor con GPS. Un amor que se anuncia en app's de contactos y que a mi me recuerdan más a un mercado virtual. Un mercado en el que lo importante es el cuerpo, la edad, la necesidades inmediatas. Fotos y más fotos con sonrisas, pechos desnudos, frases en las que se define claramente lo que se busca y si no te gusta te mandan educadamente a tomar por el culo (irónicamente). Y ese amor te habla de proximidad. Que si fulanito está a 200 metros, a 1 km, a 20 metros, a un metro. Que puede que lo tengas delante de tus narices y que, quizás, sea el hombre de tu vida. Porque van y te dicen que ya no se liga como antes. Que ahora si vas a un pub o una discoteca (qué pereza, de verdad...) ya no vale el seductor juego de las miradas, la copa, el "¿qué tal? ¿vienes mucho por aquí?". No, ya no sirve. Sencillamente ahora bailas, bebes, te drogas y luego, si eso, ya buscarás en las app al tipo que tenías a dos metros de ti y le mandarás un "hola" para quedar a echar el "polvo" de tu vida y olvidarlo para el resto de tus días. 

Así que ese amor en el que crees tanto se convierte en el supermercado de la frivolidad. Veamos, no quiero ir de estrecho, que uno tiene sus necesidades y a veces es muy cómodo (como pedir una pizza con los ingredientes adecuados y que te traerán en quince minutos muy calentita), pero con el tiempo te das cuenta de que todo ha cambiado y de que aún sales a la calle esperando encontrar unos ojos que te miren y te reconozcan. Pero el siglo XXI no nos ayuda mucho, porque esos ojos puede que estén inmersos en su móvil, en Facebook, en twitter o, para  hacerlo todo más absurdo, en esa misma app de contactos en la que puede que no estés porque el tipo en cuestión tiene los filtros que limitan tu edad, tu altura, tus ojos, tu vida...  así que ese que podría ser que tu alma gemela se pierda entre wifis y redes sociales y los ojos no se encuentran jamás... porque vivimos, además, en un mundo en el que ya se le pueden poner filtros al amor.

Pero tú sigues creyendo en el amor aunque te lo ponga difícil. Porque tienes mucho que dar, que entregar. Porque te consideras buena persona, inteligente, agradable, simpático y, en algunas culturas, hasta guapo. Y aún conoces la palabra romántico que muchos han olvidado. Que cuando dices que lo eres te bloquean de whatsapp e, incluso, ponen una orden de alejamiento. Hay veces, incluso, que conectas con alguien y hablas por mensajes. Conectas. ¡Qué bien todo! Mandas esos iconos que tanto aborreces pero parece que vienen bien en la conversación. Sigues y sigues. Te prometes que mañana seguirás hablando. ¡Cómo no lo vais a hacer si habéis tenido una conversación tan divertida e inteligente! Pero al día siguiente no hablas. No conectas. Ya no queda nada de la anterior diversión. Porque ese amor se llena de la pasión del momento y en ese mercado virtual hay muchos peces. Y a ti se te lleva la corriente y ya no puedes volver. 

Es entonces cuando te deprimes un poco. Cuando miras a amigas y amigos tuyos que tienen relaciones envidiables. Y te preguntas si llegarás a tenerlo tú. Pero estás en casa en el sofá y, de repente, echas de menos una mano que te acaricie y tu mano echa de menos una cabeza a la que revolver el pelo. Suspiras. Añoras. Y a los cinco minutos te das cuenta de lo bien que estás solo. Que puedes ver las series que te apetezcan o jugar a la play doce horas seguidas. ¿Te engañas? No sé. Te dicen que tienes que quererte tú. Mucho. Que la persona de tu vida eres tú. Incluso tú mismo has escrito un libro diciéndolo. Y te lo crees. Te lo crees mucho. Porque estamos en la era de las frases. Todos tenemos la frase perfecta para justificar muchas de nuestras carencias. Somos expertos en buscar excusas a lo que sentimos y a lo que no sentimos. Que estás solo... pues te dices "mejor solo que mal acompañado" y te quedas más contento que unas pascuas. Que echas de menos el amor y no lo tienes, pues te escribes en la nevera "si deseas amor, verdadero amor, aprende primero a amarte a ti mismo". Y oye... que te quedas nuevo. Si es que uno está triste porque le da la gana. Que las frases te lo arreglan todo. O sino te mentes en Facebook y allí ves lo felices que son tus amigos. Toooodos son muy felices y llenan su muro de miles de frases con las que si no eres igualmente feliz es porque eres absolutamente gilipollas. Y además, cuando te reúnes con amigos y sale el tema de compartir tu vida con alguien, nos ponemos en guardia y presumimos de que "oye, lo mejor es querer a alguien y cada uno en su casa. Con mi libertad. Que es la mejor forma de que una cosa dure, sin agobios" Y tú les miras y dices "Sí, sí.." así muy convencido aunque por dentro sigas deseando no dejar ese sentimiento que se alimenta de historias de amor en las que tan solo quieres mirar a ese que amas a los ojos y perderte en ellos; que tan solo quieres perderte por el mundo y no necesitar más; con el que quieres despertarte siempre y velar sus sueños; vivir y vivir y envejecer de su mano. Peleas por que ese sentimiento no se escape mientras dices "sí.. sí..." para que tus amigos no pongan también una orden de alejamiento por sentir, por creer, por necesitar amar... 

Y no sé si encontraré lo que busco porque ni siquiera sé ya lo que busco. Esta vida que vivimos nos está alejando del sentimiento que tanto disfruté en el pasado. Quiero aferrarme a mi mismo. Quiero creer que aún es posible. Que algún día unos ojos no estarán enfrascados en un móvil y nos reconoceremos. Yo sigo mirando de reojo y sigo suspirando (lo estoy haciendo ahora mismo). Seguiré siendo raro. Seguiré siendo una especie en peligro de extinción pero sé que muchos de los que me estáis leyendo pensáis como yo aunque ni siquiera seáis conscientes de ello. Así que no miréis edades, ni experiencia emocional. Decid lo que pensáis porque yo lo hago. Desde que se me escaparon todos aquellos abrazos que no podré dar nunca más, digo lo que pienso, siento lo que digo y hago lo que necesito. 

Así que si me veis por la calle decidme hola. Dadme un abrazo. Invitadme a un café. Porque igual estamos destinados y podremos escapar de ese amor con GPS, de ese mercado abierto 24 horas al día. Quizás ya nos conozcamos y aún no nos hayamos reconocido. Quizás... mientras tanto seguiré sonriendo y pensando que es posible...

... y ¿tú? ¿Crees que es posible?

Comentarios

  1. Pues sigue viendo la vida con los ojos bien abiertos, un día, en cualquier lugar y en cualquier situación, encontraras esos ojos gemelos que te miren con curiosidad y necesidad de darse permiso a lo desconocido, al deseo, y quizá, al amor...

    ResponderEliminar
  2. Es normal tu desilusion. Entiendo tu ira a las tecnologias. El ocultamiento de sentimientos y mostrar solo lo superficial.
    ¿Pero sabes? La solucion es no actuar como ellos. Y si te gusta una persona o deseas conocerla solo acercate, sonriele y le preguntas: ¿quieres un cafe?
    -------------------------------------

    Bueno mi "MUNDO VERDE" sigue en marcha.
    Una nueva poesia dedicada a mi padre.
    Te gustara. Si prefieres escucharla podras escuharla en mi canal de youtube "Gusanicrochetti"
    Asi que no hay escusa.
    Te veo por mi blog
    besos besos

    ResponderEliminar
  3. Oye, abre tus ojos, mira hacia arriba, disfruta las cosas buenas que tiene la vida…

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

HASTA SIEMPRE, MIRANDA...

CUANDO SE ACABA EL TIEMPO

UN CUBO DE AGUA FRIA.