Temporada 1 - Episodio 7 "J.R., Alexis y Angela"






Las fotos nos lo dicen todo. ¿Cuál de los tres nos pareció más malo? Yo, la verdad, no sabría decirlo, porque estos guionistas se las apañaban para que en un momento determinado, sintieses pena por ellos e, incluso, te pareciesen hasta agradables. Que sí, que son muy malos, malos a rabiar, pero os reconozco que ciertos personajes buenos, buenos hasta el aburrimiento, me causaban tanto "repelús" que  yo en su lugar, no hubiese tardado tanto tiempo en darles su merecido. Sin ir más lejos, me viene a la mente Chase Gioberti, el barbitas de Falcon Crest y eterno rival de Angela. Os lo voy a reconocer aquí, NO LO SOPORTABA. A veces pienso que debió de ser el doblaje que le regalaron en nuestro país. Era una voz que me ponía un poco de los nervios y en mi interior, animaba a la malísima Angela a que mandase a Chu Lin con un tupper de rollitos de primavera espolvoreados con el cianuro en polvo más puro y mortal de todo el valle de Tuscany. Pero fueron las pioneras de los seriales que nos engancharon de forma irremediable (tampoco olvidemos a Santa Bárbara, la serie de las series cutres que  acompañaban  las mañanas de nuestras madres y que hoy en día veo cómo si fuese un constante ir y venir de tomas falsas). 

Pero no nos vayamos por las ramas. 

DALLAS. Así, en mayúscula, sin tonterías. Fue el comienzo.Allá, en el rancho grande, allá donde vivía la rancherita.... estaba J.R. con esos gorros que daban sombra a familia y media y le quedaban bastante, pero que bastante mal (hoy, podemos reconocerlo). Un J.R. que llegamos a odiar, a desear muerto. Que consiguió sacar lo peor de nosotros y que no se hablase de otra cosa en la cola de la compra, en las mañanas de cafés con leche, en los cines, en los colegios... el tema era Él. Pero si he de sincerarme, lo que más recuerdo de aquella época eran los chistes sobre la pobre Sue Ellen y las enormes "Pamelas" de Victoria Principal (espero que hayáis entendido lo de las pamelas, porque no pienso hacer ninguna referencia a glándulas mamarias), aunque finalmente lo que más me llamó la atención de ella fue un disco que grabó con Andy Gibb y que compré nada más descubrirlo (buscadlo en youtube, no puede ser más hortera, pero aún hoy me pone la piel algo de gallina. La canción se llama "All I have to do is dream". Espero que después de esto continuéis fieles a mi blog...) y junto a mi disco de Mari Cruz Soriano y otro que no pienso nombrar aquí, forman esas pequeñas cosas que uno desea olvidar para siempre, pero de las cuales no se puede desprender. Cómo somos... ¡Eh! Sonrisitas las mínimas, que ya me gustaría que me dijeseis vuestros secretos ocultos del pasado que os hundirían en la más profunda de las miserias. ¿Veis? ¿Veis lo que me ha hecho Dallas hacer? No te lo perdonaré J.R. Te mereces todo lo que te pasó.

¡DINASTIA! ¿Recordáis los créditos del principio?, cuando una voz gritaba el título de una forma tan antinatural, que nos hacía saltar del sillón y correr a escondernos en el mueble bar (ay... ya no quedan mueble bares como esos con tantos espejos y tantas botellas acumuladas de navidades olvidadas, en esos armaritos camuflados bajo la Enciclopedia Universal del Saber, o algo así, que nuestros padres se empeñaban en tener y que yo sólo utilizaba para alisar algún póster algo defectuoso de Olivia Newton-John... ¿qué pasa?). Pues, centrándome un poquito, diré que esta serie fue para mi un enganche más grande que al comecocos. Disfrutaba con todo, absolutamente con todo. Los malos eran muy malos, los buenos eran muy buenos y los tontos, bastante tontos. Además fue la primera vez que se trataba el tema homosexual y eso nos llenaba de morbo y miradas cómplices. Ese hijo de Blake Carrington. Ese rubio que nos lo querían curar a base de chicas y bobadas que sólo le quitaba credibilidad al asunto. Pero si lo hubiésemos sabido, le habríamos dicho: "Tranquilo, Steve, pasa de todo, que dentro de unos años serás el personaje estrella de la serie "Héroes". Así que olvida a  este padre que te quiere volver loco y estudia arte dramático para ser el mejor". Pero a quién SÍ debemos nombrar es a Alexis, la fantástica, la mala, la odiada, pero que a mí, al final, os aseguro que me caía bien (yo también habría pegado a Krystle solamente por llevar ese pelo y esas descomunales hombreras). Sí, me caía bien porque vi que era mala pero con corazón. Un corazón que sólo tenía cabida para sus hijos a los cuales defendía aunque tuviese que hacer lo peor. Su glamour, su saber estar... su forma de caminar un poco patosa y un tic algo absurdo en su cara, como si le molestase el flequillo de su pelo a rebosar de tres o cuatro botes de laca... esa era nuestra Alexis. Cómo nos mantuvieron en vilo, esperando que las dos mujeres (la rubia de hombreras y la del tic de laca), se diesen de bofetadas hasta que sólo quedase una. Ay, ese momento fuente que ni en la Alhambra de Granada. Ese revolcarse mandando al cuerno mechas, lacas, hombreras, glamour y darse sopapos a diestro y siniestro como si fuesen dos barrio bajeras peleando por la última reserva de costo. Eso sí que eran momentos estelares de la televisión. Eran episodios que esperábamos con el alma en vilo. Mi amiga María (si lo estás leyendo sabrás que eres tú, allá por las tierras mañas, después de las clases de inglés), se cogió un taxi para llegar a tiempo a casa esa mañana y ver el esperado desenlace. Eso es lo que conseguían aquellos seriales. Hacernos perder la razón, olvidar el "vermú", los calamares, la patatas bravas... y es que ¿cómo se les ocurría ponernos los episodios a media mañana? En fin, que no ganábamos para taxis. 

FALCON CREST. ¿Ya estáis con la cancioncita en la cabeza? ¿no? Pues yo sí. Porque esta fue la culminación del enganche final. Nos gustaba todo de ella (excepto Chase Gioberti. Gracias al doblador por arruinarme su personaje), la madre, la hija y el Espíritu Santo. Y Angela, esa Channing mala hasta decir basta. Pero otra mala que todo lo hacía por sus hijos (aprende, J.R.).No puedo olvidar el último episodio de la primera temporada. Esa cabaña ardiendo y la hija dentro (es que no se puede ser catadora de vino, pues terminas bailando Asturias, patria querida y te quedas dormida en cualquier sitio) y la otra, la que "los vecinos del barrio le llamaban loca", haciendo las delicias de nuestros instintos más sádicos y dejándonos con las barbillas por los suelos diciendo "¡Esto no puede ser! ¿Cómo nos van a dejar así? Serán ... -aquí pondría un largo biiiip que cada uno rellene a su gusto". Quién nos iba a decir que nos esperaba un futuro de fines de temporada con amagos de infarto y deseos de echarnos a dormir y no despertar hasta el siguiente año. Y es que Falcon Crest fue larga, muy larga. Nos sorprendieron una y otra vez, nos enamoraron y nos desenamoraron. Hubo una temporada en la que a los guionistas se les fue la pinza y se lanzaron a un experimento extraño de imágenes fuera de lugar y escenitas renovadas con un intento de aire fresco que culminaron con la muerte de Maggie enganchada  con el enorme anillazo en el desagüe de la piscina, dándole un final demasiado salvaje para mi gusto (supongo que pediría aumento de sueldo o apostó por otra cadena y como venganza la dejaron de figurita de acuario). Pero fue la serie de las series. Cuántas y cuántos se volvieron locas y locos por el rey de las camas (¿lo habéis visto hoy en día? Sin comentarios). Pero he de decir que a mí, me encantó y que para aquella época decidí que el futuro podría estar en montar un viñedo, quizás por los Monegros... Iluso...

Así que, perdonaréis lo largo que ha sido esto. Son tres series, tres personajes viles pero que al final nos encantaban (y fuimos carne de psicoanalísta). Hoy en día han seguido haciendo muchas parecidas. Pero no pueden imitarlas, algo les falta. Hubo una hace poco tiempo que se titulaba "Sexy Dirty Money" que me gustó mucho, pero de repente decidieron que no tenía audiencia suficiente. Nunca lo entenderé, porque pensé que recogía lo mejorcito de Dinastía y lo bordaba. 

No me despediré sin pediros que os planteéis cuál de los tres queríais más y cuál de los tres odiabais más. Ya veréis como al final los dos sentimientos se unían formando un amor odio en el que está basada la vida real...

Comentarios

  1. Yo me quedo con la Channing y con Falcon Crest, el toque de los viñedos la hacía algo más europea (si nos olvidamos de las camisas de leñador de Chase) y la actriz era estupenda. Me gustaba Richard Channing, tan irónico, con esa cara como para partírsela, con su vasito de leche mientras que los demás le daban al pimple. Por cierto, sí que bebían en esas series, nada más llegar a casa se servían un whisky antes de ponerse las zapatillas, siempre estaban con el vaso de tubo en la mano.

    Esos líos de cama, que perdía uno la cuenta de con quién se había acostado cada uno, saltando de lecho en lecho (vicio, vicio...)

    Y esa facilidad para perder a los hijos y encontrarlos luego, como posteriormente en los culebrones venezolanos ...

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