SIN TITULO



Hay días en los que te sientes así... sin título. Y  no porque te sientas mal... sino porque no sabes cómo catalogarlos. Empiezas a repasar muchas cosas que te dicen o que te han dicho. Ves a la gente pasar... como oí decir una vez "cada uno con su cara" y te imaginas sus problemas, sus alegrías, sus vidas que seguirán sin tu presencia... Eso a veces me fascina, al igual que me fascinaba de pequeño imaginar el límite del universo. Expandía mi mente cada vez más hasta llegar al infinito y cuando sentía que era imposible y que un fusible cerebral estaba a punto de fundirse, cortaba la comunicación y lo dejaba para el día siguiente. Y me fascina pensar que todos tenemos nuestras vidas, nuestros guiones, una red infinita de posibilidades, decisiones buenas y malas que nos traerán billones de historias diferentes... Todas podrían ser contadas y después de ver Boyhood (para mi una de las películas más aburridas de la historia, perdonad mi incultura absoluta, pero alguien tenía que decirlo), pues entonces cualquier historia por tediosa que pueda parecer, tiene su lugar, lo tiene y no hay más que hablar. 

¿Sabéis? Al hablar de Boyhood, me ha venido a la mente una cosa que me pasó hace tiempo... bueno... que me pasa a menudo y viene porque yo digo lo que acude a mi mente... porque soy sentimiento puro y no lo puedo evitar. Dejo que mi alma hable y no analizo (igual debería hacerlo), porque cuando le buscas explicaciones, esquemas, estructuras a algo, le rompes la esencia, la inocencia de la que se alimenta. Pero que quede claro que es mi punto de vista. Que toda opinión es respetable siempre y cuando se diga con cariño y... con redundante respeto. Lo que quiero decir es que un niño, por ejemplo es inocente y si ve un vestido que no le gusta pues no le gusta, aunque sea del mejor diseñador del mundo porque no le transmite, si ve un cuadro que no le va pues no le va y los duchos en el tema dirán que es sencillamente un niño y no entiende... y ya está.... Pues señoras y señores... desgraciada o afortunadamente sigo siendo un niño y no puedo dejarlo marchar... Y voy a lo que me pasó hace unos años. Imaginad... dos diseñadores gráficos de manual con sus gafas de pasta (recuerdo que uno decía que se tenía que comprar unas gafas de "diseñador gráfico" y lo decía así literalmente, porque supongo que lo pedían en el curriculum), total que estábamos tomando unos refrescos, ellos cerveza y yo no porque no me gusta (otro punto negativo para mi) y hablábamos de cuadros y yo dije que tal cuadro (no recuerdo cual) no me transmitía nada. Ambos diseñadores gráficos con gafas de "diseñador gráfico" se miraron con miradas cómplices de "diseñador gráfico" y se intercambiaron sonrisas. Yo pregunté el qué pasaba y me comentaron que "no sabía lo que decía" y yo dije que "¿por que?" .... "pues porque no entendía ese arte... porque había que haber estudiado para saber lo que significaba... que si estructuras, que si colores, que si mezclas, que si patatin, que si patatan, que que bien te quedan tus nuevas gafas de diseñador gráfico, gracias mona a ti también..." Yo les miraba, sintiéndome el más inculto del mundo. Les dije que a mi el arte, la poesía, el cine, todo, me tenía que transmitir... tenía que sentir... que si empiezo a desgranar el conjunto se me pierde el sentimiento... Es como el amor, si le busco explicación se me va la razón... Amo y amo.. ya está, ¿no?... Nuevas risas.. miradas de "este no sabe lo que dice"....  Me explicaban que si el autor quiere decir esto y lo otro... pero claro, tu no lo puedes entender... Y yo... "ah... por eso me lo paso mejor yendo a las exposiciones de arte de mis sobrinos... porque ahí sí que capto perfectamente lo que expresan... porque no quieren expresar más que amor... más que pasión, más que vida..." ... "No sabes lo que dices..." más risas....  Supongo que yo estoy muy equivocado... que no sé de lo que hablo... que soy un inculto como la copa de un pino... que cuando algo no me transmite y digo que no me gusta (aunque el resto del planeta le dé cuarenta premios) quedo como un cateto descomunal, pero no puedo decir otra cosa. También sé que mucha gente opina como yo, pero tiene que seguir la corriente de este mundo políticamente erudito... No sé...  Yo soy así... Lo que me transmite me transmite y lo digo sin tapujos. Aunque sea la mejor obra del planeta... No puedo evitarlo. Y mi cara lo muestra. Hay cosas que tú dirás que son sublimes que a mi me aburren y cambiaría por estar comiendo un plato de patatas bravas escuchando a mis sobrinos mientras me cuentan sus aventuras interestelares o miro los dibujos que han pintado sus almas.

Porque el arte es la capacidad de transmitir... sea como sea y lo que para unos es sublime para otros no lo es tanto... y todos somos eruditos en sentir... que no os quiten ese don...  Te puede gustar Miró o pensar que te ha tomado el pelo... te puede encantar la ópera o hacer como que te gusta....  Imaginar que eres fan de los Rolling porque hay que serlo o, a solas, decirte que qué leches haces con un disco de ese grupo que no soportas....  

Sentid.... sentid sin miedo... ya sea un cuadro que a nadie le gusta o que le gusta a todo el mundo... aunque no lo entendáis... no temáis decir que os gusta algo o que no os gusta... o dejad que alguien os transmita lo mucho que les gusta algo, puede que su pasión sea contagiosa y encontréis algo que habíais pasado por alto... eso también puede ocurrir... a mi me ha pasado y esa sensación también es maravillosa...

Porque ya lo sabéis... soy un niño... un niño al que tratan de usted y no se acostumbra... un niño que no sabe poner caras postizas... un niño que tan sólo quiere escribir y decir lo que piensa... 

¿Queréis sacar el niño y la niña que lleváis dentro...?

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

HASTA SIEMPRE, MIRANDA...

UN CUBO DE AGUA FRIA.

CUANDO SE ACABA EL TIEMPO